Defendemos el derecho al trabajo, el derecho en el trabajo y el derecho después del trabajo, así como la seguridad social con carácter universal, que permitan una vida digna para los trabajadores. El trabajo debe estar íntimamente ligado al derecho a la vida, desarrollo de la persona, respeto a su dignidad y bienestar de su núcleo familiar, a fin que constituyan pilares sólidos que sostengan una sociedad justa y equitativa. El trabajo no solo es un derecho, sino un deber de la persona y su protección debe estar a cargo del Estado.
Siete de cada diez peruanos son informales laboralmente y no gozan de derecho alguno. Las actividades con mayor capacidad de generar empleo no son promovidas por el Estado, como la agricultura y la industria, sin embargo, se obsesiona por promover la minería cuando en realidad solo emplea a menos del 1% de la PEA.
Sindicalismo en el socialismo. La libertad sindical debe ejercerse sin restricciones, promoviendo su libre afiliación con responsabilidad y la organización debe constituirse en un brazo de la producción y productividad de la empresa, puesto que, solo en la medida que la empresa tenga éxito, las condiciones laborales mejorarán para los trabajadores mediante la negociación colectiva.
Debe establecerse formas de participación de los dirigentes gremiales en las diferentes instancias de gobierno, la política laboral debe elevar la moral del trabajador, la solidaridad de los trabajadores para con los intereses del pueblo y la nación, orientado a que la clase trabajadora se convierta en un elemento con influencia sobre el Estado, debe orientarse esfuerzos a defender la estabilidad laboral, búsqueda de la equidad laboral de género, fomentar una remuneración acorde con las necesidades básicas, mejorar las condiciones de trabajo, seguridad y salud ocupacional, ampliar la cobertura de la seguridad social, promover la capacitación de los trabajadores, establecer medios
eficaces para democratizar la representación laboral y la resolución de los conflictos laborales, postulados que la Izquierda Unida ya los había planteado.
Los líderes sindicales deben capacitarse para comprender el funcionamiento económico del Estado, no es lo mismo reclamar a una transnacional que al Estado. Correa explicó que cuando se disputa renta al capital privado se afecta al accionista, pero cuando se disputa renta al Estado se afecta a la sociedad, en el primer caso en forma legítima disminuye la rentabilidad de las acciones; en el segundo, en forma ilegítima disminuyen los libros para nuestros niños, las medicinas para nuestras familias, los caminos para nuestros pueblos.
Sobre los derechos laborales. La escasez del empleo remunerado, promueve condiciones que son aprovechadas para reducir o desconocer derechos adquiridos de los trabajadores, llegando al extremo de no abonársele ni la remuneración mínima vital por jornadas laborales que sobrepasan largamente las ocho horas diarias. Ningún derecho laboral debe sufrir restricciones o ser abolido, por el contrario, debemos abolir toda forma de evasión de responsabilidad laboral empresarial, como la tercerización laboral, las services, el contrato a plazo fijo o indeterminado, el trabajo por horas, el despido de las embarazadas, puérperas y madres con niños menores de un año de edad, garantizándoseles un trabajo digno. La obligación del Estado socialista debe extenderse a la preocupación por subempleo y el empleo precario, pues está demostrado que la forma más digna de enfrentar la pobreza es la generación de trabajo, buenos salarios y seguridad social.
Trata de personas. Constituye sin lugar a dudas una amenaza para el Estado por lo que debe ser combatida con energía. La experiencia de la súbita inmigración venezolana al país demostró que el Estado neoliberal es un promotor de la trata, porque los migrantes trabajaban más de ocho horas diario, perciben la tercera parte del sueldo mínimo, sin derecho al seguro social, sin compensación por tiempo de servicios, sin derecho a la maternidad y escolaridad, entre otros, donde el único beneficiado es el sector privado.
Sobre la explotación infantil. Nuestro país tiene la tasa más alta en el continente de niños y adolescentes que trabajan, llegando a la suma alarmante de 1 millón 274 mil 100, lo que constituye un 21.8% de niños y adolescentes que trabajan en nuestro país, según la OIT al 2019. La mayoría de la explotación es rural (88%) y se da en los campos agrícolas y actividades pecuarias (58%), seguida del comercio al por menor (12%), trabajo ambulante (8%) y limpieza (2%). El Estado socialista debe abolir todo tipo de trabajo infantil como expresión de justicia y lucha contra la explotación, por lo que tomamos como prioridad su erradicación, recusándolo contundentemente, condenando a personas y empresarios que exploten y comercialicen bajo esta modalidad criminal.
Remuneración laboral. No existe una política clara sobre remuneraciones, somos el único país latinoamericano que no cuenta con un código laboral, aunque se tenga alguna legislación laboral, por lo que urge su elaboración en consenso del gobierno, colegios profesionales y trabajadores. Producto de esta anarquía existen funcionarios que ganan más que el propio presidente de la República que gana 15,500 soles, por ejemplo el presidente de la Corte Suprema gana 47,000 soles, el presidente del Banco Central de Reserva gana 41,600 soles, el presidente de la Superintendencia de Bancos (SBS) gana 41,600 soles, el Contralor General de la República gana 33,100 soles, los ministros de Estado ganan 30,000 soles, el superintendente de la SUNAT gana 25,000 soles, el superintendente de SUNAFIL gana 15,600 soles, asimismo los titulares de SUNASS, SUSALUD, OSCE, INDECOPI, OSIPTEL, OSITRAN, OSINERGMIN, IRTP, congresistas, magistrados del Poder Judicial, magistrados del Ministerio Público, miembros del Tribunal Constitucional, tiene sueldos base de 15,600 soles, mientras la remuneración mínima vital (RMV) es de 930 soles para la clase trabajadora peruana.
El congelamiento de los sueldos en el país responde a la ausencia de industrialización, ausencia de empresas estatales, al aumento de la deuda externa e interna y al carácter acumulador del Estado que se niega a la redistribución del patrimonio generado por la clase trabajadora peruana. El Estado socialista está obligado a honrar la deuda social de todos los sectores que hasta ahora han sido postergados obligándolos a una judicialización innecesaria de un derecho inalienable.
Considerando que las ganancias de una empresa no es producto del trabajo individual, sino del trabajo colectivo, Correa plantea que los sueldos de los empresarios deberán ser múltiplos de las remuneraciones de los obreros, así podrá un empresario ganar muy bien, pero pagará a su obrero menos calificado no menos de veinte veces su propio sueldo.
Sistema Nacional de Pensiones (SNP) y el Sistema Privado de Pensiones (SPP). La AFP (Administradora de Fondo de Pensiones), es una forma de esclavitud moderna, cercana a la trata de personas, al ser empresas privadas pertenecientes al SPP el Estado neoliberal negocio con ellas la entrega de un mercado cautivo, sin riesgo de pérdida, obligando al trabajador aportar a estas entidades sin mayor oportunidad de escoger otra. Sin permiso alguno, las AFP introducen el dinero captado en las bolsas de valores y cualquier rentabilidad lo reparten siempre beneficiándose con los mejores porcentajes y, por el contrario, cualquier pérdida siempre es cargada integralmente a los trabajadores.
Cuestionamos que para cualquier pretensión laboral es obligatorio haberse afiliado a una AFP. Nuestra postura es fortalecer el SNP y eliminar paulatinamente el SPP, pues este último tiene un fin lucrativo al cobrar porcentajes de hasta del 30% solo por administrar los aportes, un robo a todas luces, entregando pensiones miserables. Con toda seguridad si los pensionistas ahorraran su dinero en cualquier banco, aún con tasas bajas, ganarían mucho más, garantizando una mejor atención frente a la vejez, el fallecimiento y la invalidez.
Derecho al trabajo de los discapacitados. Las personas con discapacidad son ignoradas y discriminadas por la sociedad capitalista, consideramos que en el derecho al trabajo esta discriminación es innoble, razón por la que debe ser un sector especialmente protegido en el socialismo, garantizándoles condiciones laborales que promuevan su formación, capacitación y acceso a una justa remuneración.
Sectores que garantizan trabajo en masa. El Estado socialista debe generar empleo mediante la industrialización del país y tecnificación del sector agrícola, entre otros, para garantizar bienestar al 65% de los peruanos de manera directa e indirecta. Además, afianzar la agricultura significa seguridad frente a un inminente bloqueo alimentario exterior al declarar el carácter del Estado.