La defensa y conservación del medio ambiente constituye para el socialismo una de las columnas donde se sostiene a diferencia diametralmente opuesta del neoliberalismo.
Zonificación económica ecológica (ZEE). Las regiones deben elaborar con autonomía real su propia ZEE, sin injerencia del gobierno central, demarcar sus áreas protegidas e intangibles, sus áreas hídricas, agrícolas, de residuos sólidos, de recursos naturales explotables y no explotables, etc., bajo el control ciudadano. Para preservar las áreas protegidas, deben garantizarse presupuestos para vigilantes, guardabosques, guardaparques, vehículos y comunicación.
Tala ilegal. Deben descentralizar facultades y competencias a los gobiernos subnacionales, regionales y municipalidades, para luchar contra la tala ilegal e indiscriminada, las mismas que deben operar bajo el control ciudadano. Las penas deben aumentarse a los infractores, frente a las penas paternalistas de hoy. En la actualidad el 25% de la selva amazónica peruana ha sido deforestada.
Narcotráfico. La lucha contra esta amenaza mundial debe ser más contundente, puesto que convierte los terrenos fértiles en eriazos, contamina las tierras y el agua, deforesta la selva construyendo aeropuertos, helipuertos, carreteras, etc., sin fines sociales, liquida la flora y la fauna silvestre, contamina los aires, eleva el costo de vida y trae sicariato.
Nuevo Currículum Regional sostenible. Documento que den incorporar mayor sensibilización respecto al cuidado del medio ambiente, creando hábitos, valores y principios sostenibles. Este trabajo debe complementarse con la participación activa de los medios de comunicación del sector estatal y privado estableciendo la difusión de spots gratuitos a favor de la vida sostenible como contribución a sus obligaciones sociales.
Plantas de procesamiento para residuos. El tratamiento de los residuos sólidos y líquidos deben ser garantizados por cada gobierno regional y municipal de manera obligatoria. La razón del por qué ha fracasado esta política actualmente es porque el gobierno centralista no garantiza presupuestos para este fin y deja a merced de los gobiernos subnacionales toda la responsabilidad.
Prohibición de privatizar el agua. La nueva Constitución debe prohibir de manera taxativa la privatización del agua, como lo refrenda las constituciones de Ecuador y Bolivia. En nuestros países se han empoderado las juntas de aguas o de riego, habiéndola privatizado en la práctica, para seguir controlando a la gente, a los campesinos, bajo el chantaje de ser sancionado si no asiste a una marcha política, bajo amenaza de multa y corte de agua. La nueva Constitución debe buscar liberar a los pequeños campesinos, no solo de malos empresarios, sino también de malos dirigentes.
Sobre el extractivismo. Debemos poner en claro la lucha contra el ecologismo oenegero o el medioambientalismo fundamentalista, que creen que superar el extractivismo es dejar de aprovechar nuestros recursos naturales no renovables. Un país como el nuestro, que no tiene empresas ni industrias, solo tiene la oportunidad de salir del subdesarrollo gracias al extractivismo sostenible y responsable como alternativa ante el extractivismo neoliberal irresponsable e insostenible.
Contaminación ambiental. Los países suramericanos no somos grandes contaminadores, somos contaminadores marginales, pero para filosofía del ecologismo neocolonial nuestros países lo son. En realidad, los países altamente industrializados a nivel mundial, nos deben el eterno cuidado medioambiental, porque mientras los países norteamericanos, europeos y asiáticos, generan industrias y contaminación, nosotros oxigenamos el planeta. Paradójicamente, el producto industrial de las grandes potencias se nos vende al tercermundo, mientras que el oxígeno producido por el tercermundo no se vende a las potencias en mención.