Ayacucho-1983: Masacre de campesinos de la comunidad de Lucanamarca
Hoy 3 de abril es un Día sin olvido, máxime cuando las poblaciones mayoritarias de peruanos y peruanas olvidados no trascienden en una República de 200 años, padeciendo de hambre y de pobreza monetaria en su subsistir, y se cumplen 39 años que la facción terrorista de Sendero Luminoso asesinó a 69 comuneros en Lucanamarca, entre los cuales hubo indefensas mujeres, niños y ancianos.
Los autores materiales fueron aproximadamente sesenta miembros del PCP-SL, armados con hachas, machetes, cuchillos y armas de fuego, que atacaron salvajemente, en una travesía que cubría las zonas de Yanaccollpa, Ataccara, Llacchua, Muylacruz, y Lucanamarca, todas ellas pertenecientes al distrito de Santiago de Lucanamarca.
Así, dicha masacre en Ayacucho se hizo mundialmente conocida, causando el repudio de los hechos ocurridos, en el sencillo distrito de Santiago de Lucanamarca de 2.675 habitantes, uno de los cuatro distritos en que está dividida la provincia de Huanca Sancos, en el departamento de Ayacucho, en el Perú vigente.
Especialmente por su sufrimiento y sacrificio en el terrorismo de los años 80 y 90, de Sendero Luminoso y aún del propio Estado, Ayacucho es símbolo eterno de peruanidad. Ahí está Huanta, otra provincia histórica memorable, y que hoy ve mejorar su escasez de equipamiento policial, al recibir del Gobierno del presidente Castillo, 8 patrulleros y 16 motos lineales.
La columna senderista tuvo por mando a Hildebrando Pérez Huarancca y estuvo conformada por Víctor Quispe Palomino o Glicerio Alberto Aucapoma Sánchez, René Carlos Tomayro Flores, Gilber Curitumay Allaucca, Raúl Allccahuamán Arones, Félix Quichua Echajaya, entre otros más.
Según la Comisión de la Verdad y Reconciliación – CVR, el ¿por qué el ensañamiento de masacrar a los habitantes de Lucanamarca por Sendero Luminoso?, sería el sentar base con una “sanción ejemplar” por la rebelión de dichos pobladores contra esa organización y haber colaborado con las fuerzas del orden en la lucha contra la subversión, caso como otros, que lo conducirían al fracaso de crecimiento en su línea programática del Campo, hacia 1988, en que tuvo que recurrir al rapto hasta de comunidades enteras y al reclutamiento forzado de la población.
Estas páginas de nuestra Historia Patria, sirvan de ejemplo de los límites máximos a los cuales no debemos sobrepasar, ni intentar repetirlos, so pena del abandono de la voluntad de los Pueblos en su Lucha de liberación.
Surge pues una pregunta esencial, si Sendero Luminoso intentó intervenir en el trabajo de planificación de largo plazo, ¿Por qué él Estado Republicano del Perú no puede tener una visión y logro a futuro, de participación y bienestar integral?.
La respuesta de Cambio está en la educación y el compromiso patriótico de acción de sus mejores líderes ciudadanos generacionales. Por la elevada Honra de nuestros caídos en la Lucha desigual, sean bienvenidos.
Pensar en los más humildes, ahora. Lo correcto no es la violencia, sino la Razón Moral.
Comprometido con su apreciada lectura.
Por: Alberto Quedas (ABR.2022).