Catorce líderes indígenas, defensores ambientales, asesinados en pandemia
Por: Alberto Quedas (MAR.2022).
DEMANDA:
La Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), exige:
1. Atención del Estado para impartir justicia, ante el asesinato de los defensores ambientales, que suman catorce (14) desde el inicio de la pandemia,
2. Inmediata investigación, declaratoria de emergencia y desarrollo de una estrategia integral multinivel, para frenar las mafias de las actividades ilegales que operan en las regiones y que vienen asesinando a líderes y lideresas indígenas.
ANTECEDENTES:
Los Gobiernos en el Perú, han considerado a los indígenas como grupos marginales que no merecen ser escuchados, por lo que no son incluidos en una política pública que promueva la igualdad de oportunidades y de derechos de las comunidades indígenas.
Los presuntos asesinos se deben a la acción delincuencial por la presencia de grupos del narcotráfico y de la minería ilegal. Además, existen la prostitución, la violencia, la vulneración de derechos humanos, la deforestación y la destrucción de la biodiversidad selvática. Sin olvidar los secuestros y los chantajes permanentes.
Las prácticas ilegales que envuelven estos crímenes se potencian con la ejecución de proyectos de infraestructura sin sustento técnico y por la corrupción pública de autoridades encargadas de administrar justicia, lo cual confirma impunidad.
A ello se suman, mecanismos intersectoriales del Estado, que son tan insuficientes, como inoportunas; que además, ni son accesibles por las comunidades indígenas.
ÚLTIMOS HECHOS:
El 20 de marzo de 2022, asesinaron a Juan Julio Fernández, defensor ambiental y coordinador del Comité de Gestión de la Reserva Nacional Tambopata, en Madre de Dios.
El 22 de marzo de 2022, en Puerto Inca, Huánuco, fueron asesinados tres comuneros del pueblo Asheninka, cuando se movilizaban por la carretera que conecta Puerto Sungaro con las Comunidades de Esperanza, Cleyton y Santa Teresa, ellos son:
1. Jesús Berti Antaihua Quispe,
2. Nusat Parisada Benavides de la Cruz, su esposa y que estaba en estado de gestación materna, ambos de la Comunidad Nativa Cleyton, y
3. Gemerson Pizango Narvaes, de la Comunidad Nativa Santa Teresa,