Por: Alberto Quedas (OCT.2021).
I, ASUNTO:
Los Grupos de Poder y aquellos “congresistas y periodistas en alquiler” en el país, quieren designar a su Gabinete Ministerial ad-hoc a ellos, aún cuando esta facultad corresponde al señor Presidente de la República, conforme sus competencias constitucionales y demás leyes aplicables y vigentes.
Estos chicos malos deslegitimizados, metidos ocasionalmente a congresistas y periodistas, viajan hasta en las maletas del equipaje, con tal de censurar, desinformar o mentir y de defender sus propios intereses, o de sus socios o cómplices, casi siempre poderosos “señores”. Un rasgo normal son las discrepancias políticas y otros, son los condicionamientos inaceptables del Poder en la sombra.
II. ANÁLISIS:
DE CONGRESISTAS:
Ante esta desafiante situación, ayer fuimos testigos de la desinformada interpelación implantada contra el ministro de trabajo y promoción del empleo, Íber Maraví, porque su alcance jurídico sólo se refiere a que el Congreso debió solicitar rendir cuenta de su gestión en dicho sector nacional de gobierno, de cómo desarrolló su ejercicio de ministro de Estado apegado a sus funciones y atribuciones del cargo o a los resultados de administrar las políticas nacionales y sectoriales a su cargo.
Sin embargo se quiso justificar en que evaluaban la idoneidad para ejercer de ministro, como si no fuese un docente público, líder sindical de nivel, luchador social progresista, abogado consecuente con su realidad, etc. y no tuviera la experiencia inmediata necesaria para asumirlo, habida cuenta que dichos desempeños son acumulativos, afínes y vinculantes como mencionamos a continuación.
El ministro “interpelado”, en contrario, de conformidad al Artículo 11.2 de la Ley N° 29381, Ley de Organización y Funciones del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, es el encargado de orientar, formular, dirigir, coordinar, determinar, ejecutar, supervisar y evaluar las políticas de su competencia, sobre la base de dos autoridades subalternas inmediatas: el Viceministro de Trabajo y el Viceministro de Promoción del Empleo y Capacitación Laboral.
Además, cuenta el señor ministro con el Secretario General, quien lo asiste y asesora en los sistemas de administración del Ministerio. Igualmente, el ministro de Trabajo puede delegar en funcionarios de su cartera ministerial, facultades y atribuciones que no sean privativas de su función. ¿Entonces?, quien conoce las relaciones laborales desde su interior mismo. ¿Cuál es la limitación?, creo que la discapacidad está en otra cancha, que han olvidado “chaccharla”.
Por eso insisto ¿Cuál perfil de capacidades a su gusto se merecen?, ¿Deben cumplirse requisitos, como los de aquellos corruptos y sentenciados que existen en el Congreso para intervenirlos, manipularlos y utilizarlos en cosas oscuras?, y con mis sentidas disculpas a mi equipo de Barrio grone del “Alanza Lima”. Pero, si no hay delitos de terrorismo en el ministro, no existe falta ético-moral en ninguna parte.
Reforzando para los incrédulos de la derecha y filipillos, el ministro por su voz, espíritu, imagen y lenguaje corporal demostró con evidencia firme una defensa auténtica, aunada a la contundencia de sus argumentos y vivencias planteadas.
Contextualizándolos, se puede aseverar con mis vivencias en la Administración de Personas en el Estado peruano (Bendito seas Idalberto Chiavenato, ilumínalos). No como normativiza oficialmente el Servir, pues el concepto de “recursos” no les atribuye intelectualidad, no cuestionan, ni comunican la realidad, sólo el ser humano plantea propuestas de creatividad e innovación, por tanto no hay un recurso humano. Ni tampoco digan como la CGR, que controlan recursos y bienes, porque el continente de los primeros absorbe a los segundos nombrados.
Como dirigente sindical bancario, doy fé de sus dichos sustentados, porque también conocimos de persecuciones, sembrados, aislamientos, desubicación de paradero, interrogatorios violentos, secuestros, torturas, desapariciones o soltar sin documentos a la calle, en que ya perdimos el empleo por inasistencias impuestas.
DE PERIODISTAS:
El drama del periodismo peruano es su falta de pluralidad y objetividad, anquilosado en una actividad preferente de redactar artículos de opinión, incluso de repetir noticias, pues no se investiga la realidad nacional, no se cruzan datos, hay ausencia de búsqueda de nuevas opciones y ángulos de percepción, no tiende a informarse, no hay cultura de la lectura, se suele basarse en la facilidad del internet, sin ensuciarse los zapatos. Al punto que se afirma: “Tenemos el peor periodismo de la región”.
Y verbigracia:la reciente campaña electoral en que muchos medios han seleccionado y sobredimensionado las noticias diarias, para intentar la manipulación de los votantes, difundiendo sus ideas interesadas y presentar escenarios que dañen a candidatos pre-establecidos. Incluso, si bien principistamente se reconoce la independencia del periodismo profesional, se identifican con facilidad las posiciones políticas partidarias de derecha en los medios y los periodistas, por lo que cabe interrogarnos: ¿Canal N es capaz de contratar a un periodista de izquierda?. El grupo de poder – familiar no lo permitiría.
Con respecto al verdadero periodista, este debe ser reflexivo, consciente de la autocrítica, de una sociedad con muchas crisis ignoradas, que muestra la realidad en sus distintos ángulos, y nunca maniobra, intentando persuadir al público de sus personales inercias políticas (la incapacidad de investigar, de dejar el cascarón de la ideología individual).
Un periodista se obliga a encontrar un espacio que reafirme el seguimiento a dicho poder delincuencial y manipulador oculto, que asume es intocable a la administración de la justicia.
Así, un ricachón empoderado por la corrupción con altos dividendos, obtiene y se aprovecha de testimonios, declaraciones, grabaciones, etc, que le permiten evidenciar y probar sus exculpaciones a favor, ante jueces “flexibles”. Si aparecen voces contrarias, piensan que tienen el poder de silenciarlas a cambio de dinero o eliminarlas.
Incluso, medios de comunicación televisivos y escritos son proclives a ceder en sus noticias, ante las presiones de los poderosos, negando su rol y responsabilidad social que como organización asumen. Una opción riesgosa es el periodismo de investigación, cuya introducción, antes que alcance la calidad de una “noticia” e impacte públicamente, puede volverse manipuladora y atraer la atención de la parte presuntamente incursa. O también por otros motivos, ejm. ¿Por qué habría cerrado su unidad de investigación, el diario decano “El Comercio”, justo cuando tenemos la insensatez de no hacer investigación y no poder determinar la verdad completa?
Por ello, el periodista – reportero deberá tener el compromiso de ser consecuente con la información de sus fuentes obtenidas y seleccionadas, y nunca investigar para chantajear.
Por todo ello, es momento que los trabajadores apuesten por fortalecer nuestras Escuelas y Revistas Sindicales, de impulsar el trabajo de Comisiones y Equipos para enrumbar principista y fácticamente nuestra posición e independencia de clase.
Muchas gracias por su lectura.