Por: Alberto Quedas (AGO.2021).
I. SITUACIÓN ADVERTIBLE.
Ni el haber cumplido un Bicentenario Republicano, hace posible el salto de desarrollo en la madurez cívico-moral-política de los congresistas derechistas de oposición, al Primer Gobierno Nacional de Izquierda en nuestra Patria Amada, el Perú. El contexto y la realidad nacional exigen del Congreso de la República, encontrar lo mejor para el país, toda vez que, vacar al presidente en estas circunstancias causará mayor inestabilidad, inseguridad y miseria en todos los sectores del Estado y de los más pobres, cuando se requieren respuestas integrales y unitarias.
II. COMENTARIOS.
Son pues, actitudes contrarías y lumpinescas, sin razón, ni verdad, ni límites ante quien personifica a la Nación entera, como mínimo expresable, por tratarse de una casta instrumentadora de un régimen neo-colonial financiero, explotador y excluyente de los más necesitados, que desdicen de sus verdaderos Ideales Democráticos en esta Patria doliente; así como, de su conciencia y enjuiciamiento moral y ético dentro de la mayor crisis sanitaria y económica conocida; y en tanto y en cuanto, significa el incumplimiento a su juramento ante Dios y los peruanos, con ventaja impune, al asumir su misión y funciones como congresistas, ahora negadas.
Con millones amasados de origen no investigado y/o sentenciado, la derecha en el país, no muestra aprendizaje del haber perdido las elecciones 2021 y vendría induciendo la confabulación congresal para elaborar los mecanismos que conduzcan a la vacancia del presidente de la República, elegido democrática y legítimamente por el Pueblo peruano.
Dichos hechos, se estarían gestando desde que se rechazó la propuesta de Perú Libre, que fue el Partido Político con la mayor votación congresal y que teniendo docentes ejemplares se les negó la presidencia del Legislativo y de la Comisión Congresal de Educación. Ahora, se han acumulado un conjunto de circunstancias hechos y motivaciones que inducen a pensar que siguen tejiendo la vacancia presidencial.
Con tal fin protervo se buscaría mantener el control del país, como si fuese su chacra en beneficio exclusivo del grupo dominante de la derecha impune. Para ello, la estrategia inconfesable es echar abajo la propuesta del cambio de la Constitución Política, que conlleve la modificación de las políticas económicas que afectasen los intereses de las grandes consorcios y empresas que son los que amenazan y arruinan a las Comunidades a las que deben su Misión, mal aprovechando el “statu quo” situacional, que hasta hoy permanece estructuralmente perenne.
A lo anti-patriota de ese cometido del Congreso de oposición, en la destitución presidencial, se suma la campaña mediática de “satanización” permanente con la que se pretende culpabilizar al Gobierno y a su Gabinete Ministerial, entre otros infundios desesperados, por el alza del dólar y, por ende, de los mayores precios que ahora deben pagar los peruanos al comprar los productos de su canasta básica familiar en el mercado.
A este nivel de análisis, cabe preguntar: ¿Cuándo procede la vacancia presidencial?. Según el original Artículo 113° de la Constitución, la Presidencia de la República vacaría entre otras causales, por permanente incapacidad moral declarada por el Congreso.
Lo primero de lo anterior, es que la derecha en el país, no es sujeto capaz de denuncia por su propia amoralidad no empática, histórica y materialmente concreta, evidenciada en los 200 años de existencia. Bastaría explicitar: ¿por qué no hay una auténtica República democrática, social, independiente y soberana? (como lo determina el Art. 43° de la Constitución).
Lo segundo es, que alegar la incapacidad moral, es debatible aún por el tenor interpretativo de la redacción literal existente, pero que sí debe tratarse, de un hecho eminentemente objetivo y probado; y ser trascendental para la nación por afectar la credibilidad del gobierno frente a la misma.
Caso contrario, la investidura del presidente sería afectada por cualquier motivo trivial de vacancia. Porque los fundamentos de la acción moral son los procedentes de las leyes naturales, la tradición o de Dios y se identifican con las éticas teleo-lógicas (externos); los que se originan en la razón y voluntad y se identifican con las éticas deontológicas (internos); y los que proceden del diálogo y el consenso, que se identifican con las éticas dialógicas (intersubjetivos).
Así, para evaluar la “idoneidad” de la conducta presidencial, se deberá comprobar su capacidad de gestión en procurar el bien común a la comunidad que se sirve. Lo que implica además, medir la inclinación de la voluntad a efectuar juicios errados, debido a factores causales como la ignorancia y la torpeza; advirtiendo desde ya, el riesgo de un impedimento práctico: el comportamiento congresal tendencial en los últimos periodos, por caracterizarse dolosamente mediocre al constituirse como el enemigo del Poder Ejecutivo.
Por lo que debe repetirse sin tregua, que la Educación debe ser el centro de toda la acción política; que existe la imperiosa prioridad social de desarrollar la responsabilidad ciudadana; que debe señalarse que la educación formal-oficial republicana en dos siglos, no ha sido suficientemente fuerte, efectiva y oportuna en sus políticas, estrategias y mecanismos de gobernanza y gobernabilidad, para combatir la amenaza y debilidad de la inmoralidad, la corrupción y la impunidad a todo nivel y ámbito de aquellos sectores de nuestra sociedad y personas que carecen de valores.
¿Han notado como se dispara la violencia contra la mujer, la pornografía infantil, el alquiler y el enriquecimiento de los políticos, la criminalidad al ciudadano, el dejar hacer y dejar pasar…?; ¿la desnutrición y el hambre, las desigualdades crecientes, el desempleo, los injustos salarios, la tugurización territorial y el daño ambiental, el descontrol de los recursos naturales, la separatividad y la desidentificación de la nacionalidad, …?; y ¿las organizaciones criminales en las entidades públicas, las “alianzas de grupo” en las municipalidades (irregulares canastas de emergencia sanitaria, contratos a sobre precios compartidos, obras con sobre costos y coimas, empresas proveedoras del alcalde, etc.)….?.
¿Cuántas Universidades en esta Patria Amada, enseñan, investigan y divulgan el Desarrollo Moral, que tiene la teoría, metodología y práctica científicamente validada y aceptada académicamente?, ¿Cómo pensamos, razonamos, enjuiciamos y nos comportamos en lo ético-moral?. ¿Cuál Reforma Educativa lo establece así, en sus distintos niveles educativos desde la pre-primaria?. Son sólo jardines marchitos, abonados con espinas.
Luego, es importante interpretar este contexto nacional moral. Es momento de empezar a realizar las cosas bien a futuro. No permitir que los presidentes hagan del gobierno su pago hipotecario de campaña, favoreciendo a sus entornos corruptos; administrar el Estado es crítico por estar comprometido el futuro de millones de peruanos; con servidores públicos formados y bien pagados a todo nivel, no hay necesidad de saquear el dinero de aquellos peruanos que sí pagan sus impuestos.
Lo tercero, es tremendamente alienante en el siglo XXI, y que amerita evaluar la mazmorra, sino el sanatorio, para quienes resulten boicotear un Gobierno distinto, por el sólo hecho de ser de una tendencia política de Izquierda. La Ciencia Política certificada permite comprender las relaciones de poder y el funcionamiento de las entidades públicas y el proceso de decisiones de Estado y de política pública, en las cuales participan actores políticos y sociales diversos. Ello nos demanda, comprender y actuar dentro de marcos y límites democráticos e institucionalizados, entre otras capacidades y competencias.
Así mismo, el presidente de la República puede ser acusado, entre otros, por traición a la patria (Artículo 117° de la Constitución), que concordante con el Artículo 99° de dicha norma suprema, solo podría ser acusado por infracción de la constitución, pero no por delitos comunes, los mismos que se ventilarán al terminó de su mandato, en el Poder Judicial.
Hoy 15, Día de nuestra Arequipa querida, ¡VIVA su Pueblo altivo y lindo del Perú profundo, tierra de grandes, separen una flor para mi Deán Juan Gualberto Valdivia Cornejo, que ahí voy!.
Muchas gracias.