CAPÍTULO XVIII – SOBRE NUESTRA SOBERANÍA

Recuperación y administración total de los principales recursos  estratégicos. La estatización o nacionalización de los principales  yacimientos mineros, gasíferos, petroleros y centros energéticos, es lo  que garantizará dar uso a nuestros recursos con la soberanía del caso.  El Estado debe tomar el control total sobre tres importantes sectores  que generan riqueza inmediata. Los principales yacimientos de la gran  y mediana minería como Yanacocha, Antamina, Toromocho, Marcona,  Cuajone, Quellaveco, Toquepala, etc., deben ser nacionalizados y  pasar descentralizadamente a la administración de los gobiernos  regionales según su jurisdicción. El yacimiento gasífero de Camisea,  los pozos petroleros, refinerías y centrales hidroeléctricas, también.  

En todas estas empresas explotadoras de recursos materiales y  humanos, somos los peruanos quienes hacemos el trabajo más duro y  difícil por lo que la presencia de los extranjeros no es imprescindible  para que la misma funcione.  

Con frecuencia se nos dice que la nacionalización es mala, que el Estado es un mal administrador. Sin embargo, tenemos ejemplos que  desdicen esta absurda teoría. En Bolivia los recursos petroleros e  hidrocarburos están nacionalizados al 100%; Chile nacionalizado su  petróleo y cobre al 100%; Uruguay nacionalizado su petróleo al 100%;  México nacionalizado su petróleo al 100%; Venezuela nacionalizado su  petróleo al 100%; Ecuador nacionalizado su petróleo al 100%; Cuba  nacionalizado su petróleo al 100%; Colombia nacionalizado su petróleo  al 90%; Arabia Saudita nacionalizado su petróleo al 100%; Emiratos  Árabes Unidos nacionalizado su petróleo al 100%; Irán nacionalizado  su petróleo al 100%; Irak nacionalizado su petróleo al 100%; Kuwait  nacionalizado su petróleo al 100%; China nacionalizado su petróleo al  100%; Argelia nacionalizado su petróleo al 100%; Libia nacionalizado  su petróleo al 100%; Malasia nacionalizado su petróleo al 100%; Egipto nacionalizado su petróleo al 100%; Siria nacionalizado su petróleo al 100%; Nigeria nacionalizado su petróleo al 100%; Indonesia  nacionalizado su petróleo al 100%; Kazajistán nacionalizado su  petróleo al 100%; Katar nacionalizado su petróleo al 100%; Uzbekistán  nacionalizado su petróleo al 100%; entre otros. 

Este recuento nos demuestra que los países que mantienen el control  estatal del petróleo son países con buena estabilidad económica. Lo  que ha sucedido históricamente es que han saboteado al Estado, en beneficio de la vertiente privatista, lógicamente así cualquiera fracasa,  así también podríamos reventar cualquier empresa privada y eso no  quiere decir que su naturaleza sea mala. 

Suelo y subsuelo como derecho comunal. El Estado peruano tiene  toda la potestad de explotar y administrar todos los recursos  estratégicos en su territorio, previa consulta con los pueblos de la zona  de influencia, pero antes debe reconocer constitucionalmente los  derechos y soberanía sobre el suelo y subsuelo de las comunidades 

campesinas y nativas. Asimismo, la consulta previa deberá tener un  carácter vinculante para su cumplimiento, incluyendo la capacidad de  veto.  

Peruanizar servicios estratégicos en mar, cielo y tierra. Los  principales servicios como los corredores aéreos, aeropuertos,  ferrocarriles, puertos, carreteras, servicio de pensiones, etc., deben ser  recuperados y usufructuados en beneficio directo de todos los  peruanos.  

Impulsar política de fronteras vivas. La soberanía territorial se lucha  desde las fronteras construyendo infraestructura de todo tipo, teniendo  lo mejor de nosotros en la frontera para generar una muralla que sirva  de contención a la invasión extranjera. Las políticas tributarias y fiscales  deben ser flexiblilizadas en esas zonas, pero esto no debe ser seguido  de un alza de los productos que se adquieran. El Estado debe ser firme  en el combate al contrabando que lesiona la iniciativa empresarial  nacional, evade impuestos y lava activos. 

Recuperación de las tierras agrícolas. Grandes proyectos de  irrigación como en Majes-Sihuas (2474 millones de soles),  Chavomochic (2134 millones de soles) y Olmos (1180 millones de  soles), además de otros como Chinecas, Gallito Ciego, Chira-Piura,  Jequetepeque-Zaña, Pasto Grande, Puyango-Tumbes, Río Cachi y Tacna, se concesionaron y justificaron bajo el pretexto de beneficiar al campesinado. Antes de licitarse o concesionarse los proyectos, las  tierras fueron revertidas al Estado so pretexto que eran eriazas, luego  se privatizaron, adjudicándosele al empresario nacional y  transnacional, posteriormente se privatizó el agua como el trasvase del  río Huancabamba en Olmos, y las tierras se volvieron altamente fértiles,  haciendo del despojo un negocio rentable. La postura del Partido es  recuperar esas tierras en beneficio del campesinado peruano. 

Revisión, regulación o anulación de los tratados internacionales.  Los Tratados de Libre Comercio (TLC), Alianza del Pacífico (AP),  Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), entre otros, nos han  convertido en una colonia comercial con fines de ser elementos  intermediarios de sabotaje al desarrollo comercial de otras potencias  económicas contraria a los intereses de Estados Unidos, siendo el  sector agrícola el más golpeado. Esta revisión debe concluir, según el  interés del pueblo, la reafirmación, regulación o anulación del tratado. 

En realidad, los TLC son los que han liquidado la empresa nacional,  aplicando dumping, es decir, vendiendo un objeto por debajo del costo  de producción, con la finalidad de liquidar a las empresas nacionales que compiten en el mercado y lograr la exclusividad. Marx y Engels  decían al respecto: “la artillería pesada del capitalismo son los precios  bajos”, en conclusión, es el mismo capitalismo que arruina la empresa  privada nacional, no es el socialismo, por el contrario, este último es un  aliado estratégico contra la invasión y colonización transnacional. 

Soberanía tecnológica digital. EEUU nos ha impuesto una  dependencia tecnológica digital, manifestada en el control sobre  nuestro Estado o exclusión del mismo, por razones económicas y  geopolíticas que siguen cimentando nuestra condición neocolonial. La  estrategia consiste en hacer que toda nuestra estructura educativa,  productiva, económica, ambiental, militar, científica y sobre todo  política, dependan del modelo tecnológico impuesto.  

La exclusión hace que Rusia Today o Telesur no tengan cabida por  señal abierta en nuestro país, como en otros, razón por la cual los  países con tendencia socialistas en Latinoamérica se independizaron  poniendo a órbita sus propios satélites estatales, como Venezuela con  el Bolívar y el Miranda y Bolivia con el Túpac Katari. 

La soberanía de la información es fundamental, puesto que la misma  hoy en tiempos de guerra fría se ha convertido en una herramienta  imprescindible para los fines de liberación u opresión. Un estadista ruso sentenció que el dominio planetario estará en dependencia de quien sea capaz de desarrollar la mejor inteligencia artificial. Razón por la  cual nuestros jóvenes talentosos son víctimas del robo cerebral, pues  el desarrollo de esta ciencia en nuestro país es parametrado y cuando  necesiten superarse no les queda otro camino que emigrar,  quedándose al servicio de los países opresores 

Soberanía jurídica. En lo que respecta a los tratados internacionales,  sobre todo los de índole económico, financiero, medioambiental,  jurisdiccional territorial, derechos humanos, etc., nuestra soberanía  jurídica está abdicada a favor de tribunales internacionales quienes  deciden los fallos arbitrales en última instancia y son de cumplimiento  obligatorio sujeto a sanciones de toda índole. La obligación del nuevo  Estado socialista es cambiar esta penosa realidad. 

Soberanía territorial. Nuestras principales cuencas hídricas en la  selva peruana están rodeadas por ocho bases militares y paramilitares  norteamericanas, se identifican como misiones de cooperación militar,  pero en realidad incluyen el entrenamiento militar anticomunista,  negociaciones en nombre de la lucha contra el narcotráfico, vigilancia militar y política, interceptación de las comunicaciones, guerra  mediática y ciberguerra. Por ello debemos poner fin a esta práctica y la  intervención militar sobre nuestro mar, cielo y tierra. 

Soberanía militar. Enviamos soldados peruanos al servicio de los  Cascos Azules de la ONU, bajo el pretexto de operaciones en favor de  la paz mundial, sin embargo, los soldados tercermundistas son  utilizados para mantener el dominio imperialista sobre otros países, que  tienen más en común con nosotros que con EEUU. También nuestros  soldados son entrenados en dependencias del ejército norteamericano,  como lo fue la Escuela de las Américas en Panamá, donde los  adoctrinaban y preparaban para la represión contra los líderes y  movimientos de izquierda en sus propios países. 

Soberanía alimentaria. El apoyo a la agricultura garantiza la  resistencia de la revolución, porque tras ésta inevitablemente se  articula un bloqueo económico, comercial, financiero y alimentario. Si  no hay agricultura a buena escala, el bloqueo hará sucumbir cualquier  gobierno socialista, esta es la razón del por qué no debemos permitir la  lesión de nuestros cultivos con híbridos transgénicos u otros,  defendiendo el producto nativo y ecológico en su propio hábitat.