Recuperación y administración total de los principales recursos estratégicos. La estatización o nacionalización de los principales yacimientos mineros, gasíferos, petroleros y centros energéticos, es lo que garantizará dar uso a nuestros recursos con la soberanía del caso. El Estado debe tomar el control total sobre tres importantes sectores que generan riqueza inmediata. Los principales yacimientos de la gran y mediana minería como Yanacocha, Antamina, Toromocho, Marcona, Cuajone, Quellaveco, Toquepala, etc., deben ser nacionalizados y pasar descentralizadamente a la administración de los gobiernos regionales según su jurisdicción. El yacimiento gasífero de Camisea, los pozos petroleros, refinerías y centrales hidroeléctricas, también.
En todas estas empresas explotadoras de recursos materiales y humanos, somos los peruanos quienes hacemos el trabajo más duro y difícil por lo que la presencia de los extranjeros no es imprescindible para que la misma funcione.
Con frecuencia se nos dice que la nacionalización es mala, que el Estado es un mal administrador. Sin embargo, tenemos ejemplos que desdicen esta absurda teoría. En Bolivia los recursos petroleros e hidrocarburos están nacionalizados al 100%; Chile nacionalizado su petróleo y cobre al 100%; Uruguay nacionalizado su petróleo al 100%; México nacionalizado su petróleo al 100%; Venezuela nacionalizado su petróleo al 100%; Ecuador nacionalizado su petróleo al 100%; Cuba nacionalizado su petróleo al 100%; Colombia nacionalizado su petróleo al 90%; Arabia Saudita nacionalizado su petróleo al 100%; Emiratos Árabes Unidos nacionalizado su petróleo al 100%; Irán nacionalizado su petróleo al 100%; Irak nacionalizado su petróleo al 100%; Kuwait nacionalizado su petróleo al 100%; China nacionalizado su petróleo al 100%; Argelia nacionalizado su petróleo al 100%; Libia nacionalizado su petróleo al 100%; Malasia nacionalizado su petróleo al 100%; Egipto nacionalizado su petróleo al 100%; Siria nacionalizado su petróleo al 100%; Nigeria nacionalizado su petróleo al 100%; Indonesia nacionalizado su petróleo al 100%; Kazajistán nacionalizado su petróleo al 100%; Katar nacionalizado su petróleo al 100%; Uzbekistán nacionalizado su petróleo al 100%; entre otros.
Este recuento nos demuestra que los países que mantienen el control estatal del petróleo son países con buena estabilidad económica. Lo que ha sucedido históricamente es que han saboteado al Estado, en beneficio de la vertiente privatista, lógicamente así cualquiera fracasa, así también podríamos reventar cualquier empresa privada y eso no quiere decir que su naturaleza sea mala.
Suelo y subsuelo como derecho comunal. El Estado peruano tiene toda la potestad de explotar y administrar todos los recursos estratégicos en su territorio, previa consulta con los pueblos de la zona de influencia, pero antes debe reconocer constitucionalmente los derechos y soberanía sobre el suelo y subsuelo de las comunidades
campesinas y nativas. Asimismo, la consulta previa deberá tener un carácter vinculante para su cumplimiento, incluyendo la capacidad de veto.
Peruanizar servicios estratégicos en mar, cielo y tierra. Los principales servicios como los corredores aéreos, aeropuertos, ferrocarriles, puertos, carreteras, servicio de pensiones, etc., deben ser recuperados y usufructuados en beneficio directo de todos los peruanos.
Impulsar política de fronteras vivas. La soberanía territorial se lucha desde las fronteras construyendo infraestructura de todo tipo, teniendo lo mejor de nosotros en la frontera para generar una muralla que sirva de contención a la invasión extranjera. Las políticas tributarias y fiscales deben ser flexiblilizadas en esas zonas, pero esto no debe ser seguido de un alza de los productos que se adquieran. El Estado debe ser firme en el combate al contrabando que lesiona la iniciativa empresarial nacional, evade impuestos y lava activos.
Recuperación de las tierras agrícolas. Grandes proyectos de irrigación como en Majes-Sihuas (2474 millones de soles), Chavomochic (2134 millones de soles) y Olmos (1180 millones de soles), además de otros como Chinecas, Gallito Ciego, Chira-Piura, Jequetepeque-Zaña, Pasto Grande, Puyango-Tumbes, Río Cachi y Tacna, se concesionaron y justificaron bajo el pretexto de beneficiar al campesinado. Antes de licitarse o concesionarse los proyectos, las tierras fueron revertidas al Estado so pretexto que eran eriazas, luego se privatizaron, adjudicándosele al empresario nacional y transnacional, posteriormente se privatizó el agua como el trasvase del río Huancabamba en Olmos, y las tierras se volvieron altamente fértiles, haciendo del despojo un negocio rentable. La postura del Partido es recuperar esas tierras en beneficio del campesinado peruano.
Revisión, regulación o anulación de los tratados internacionales. Los Tratados de Libre Comercio (TLC), Alianza del Pacífico (AP), Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), entre otros, nos han convertido en una colonia comercial con fines de ser elementos intermediarios de sabotaje al desarrollo comercial de otras potencias económicas contraria a los intereses de Estados Unidos, siendo el sector agrícola el más golpeado. Esta revisión debe concluir, según el interés del pueblo, la reafirmación, regulación o anulación del tratado.
En realidad, los TLC son los que han liquidado la empresa nacional, aplicando dumping, es decir, vendiendo un objeto por debajo del costo de producción, con la finalidad de liquidar a las empresas nacionales que compiten en el mercado y lograr la exclusividad. Marx y Engels decían al respecto: “la artillería pesada del capitalismo son los precios bajos”, en conclusión, es el mismo capitalismo que arruina la empresa privada nacional, no es el socialismo, por el contrario, este último es un aliado estratégico contra la invasión y colonización transnacional.
Soberanía tecnológica digital. EEUU nos ha impuesto una dependencia tecnológica digital, manifestada en el control sobre nuestro Estado o exclusión del mismo, por razones económicas y geopolíticas que siguen cimentando nuestra condición neocolonial. La estrategia consiste en hacer que toda nuestra estructura educativa, productiva, económica, ambiental, militar, científica y sobre todo política, dependan del modelo tecnológico impuesto.
La exclusión hace que Rusia Today o Telesur no tengan cabida por señal abierta en nuestro país, como en otros, razón por la cual los países con tendencia socialistas en Latinoamérica se independizaron poniendo a órbita sus propios satélites estatales, como Venezuela con el Bolívar y el Miranda y Bolivia con el Túpac Katari.
La soberanía de la información es fundamental, puesto que la misma hoy en tiempos de guerra fría se ha convertido en una herramienta imprescindible para los fines de liberación u opresión. Un estadista ruso sentenció que el dominio planetario estará en dependencia de quien sea capaz de desarrollar la mejor inteligencia artificial. Razón por la cual nuestros jóvenes talentosos son víctimas del robo cerebral, pues el desarrollo de esta ciencia en nuestro país es parametrado y cuando necesiten superarse no les queda otro camino que emigrar, quedándose al servicio de los países opresores
Soberanía jurídica. En lo que respecta a los tratados internacionales, sobre todo los de índole económico, financiero, medioambiental, jurisdiccional territorial, derechos humanos, etc., nuestra soberanía jurídica está abdicada a favor de tribunales internacionales quienes deciden los fallos arbitrales en última instancia y son de cumplimiento obligatorio sujeto a sanciones de toda índole. La obligación del nuevo Estado socialista es cambiar esta penosa realidad.
Soberanía territorial. Nuestras principales cuencas hídricas en la selva peruana están rodeadas por ocho bases militares y paramilitares norteamericanas, se identifican como misiones de cooperación militar, pero en realidad incluyen el entrenamiento militar anticomunista, negociaciones en nombre de la lucha contra el narcotráfico, vigilancia militar y política, interceptación de las comunicaciones, guerra mediática y ciberguerra. Por ello debemos poner fin a esta práctica y la intervención militar sobre nuestro mar, cielo y tierra.
Soberanía militar. Enviamos soldados peruanos al servicio de los Cascos Azules de la ONU, bajo el pretexto de operaciones en favor de la paz mundial, sin embargo, los soldados tercermundistas son utilizados para mantener el dominio imperialista sobre otros países, que tienen más en común con nosotros que con EEUU. También nuestros soldados son entrenados en dependencias del ejército norteamericano, como lo fue la Escuela de las Américas en Panamá, donde los adoctrinaban y preparaban para la represión contra los líderes y movimientos de izquierda en sus propios países.
Soberanía alimentaria. El apoyo a la agricultura garantiza la resistencia de la revolución, porque tras ésta inevitablemente se articula un bloqueo económico, comercial, financiero y alimentario. Si no hay agricultura a buena escala, el bloqueo hará sucumbir cualquier gobierno socialista, esta es la razón del por qué no debemos permitir la lesión de nuestros cultivos con híbridos transgénicos u otros, defendiendo el producto nativo y ecológico en su propio hábitat.