Una bandera más por justicia en el Perú actual.
I. SITUACIÓN DE LA PATRIA:
Mientras el fujimorismo paga muchos Abogados gestores-televisivos, que encaminan su dicho y accionar al margen de la Ley y de los hechos, y con dinero a ser investigado de plano (“lavado de activos” sistemático desde los años 90), impacta en mandos de las Fuerzas Armadas, y no le importa la amenaza que se produzca un golpe de Estado, que vulnere el Estado de Derecho, la Constitución y la Ley, la Democracia y los Valores Nacionales, en estas circunstancias de grave crisis del país; sólo 348 obreros de la construcción, afiliados a la ONP, reciben pensión, de un total de 389,633 trabajadores de construcción civil. Es decir, representan únicamente, su 0.089%, ni el 1% accede a una pensión de jubilación en tan duro y devastador oficio.
II. COMENTARIOS:
Entre las causas de tan aberrante desden laboral, se encuentra la exigencia mínima de 20 años de aportes del trabajador de la Construcción Civil, pero en este sector de la economía, los obreros de la construcción son eventuales, y no pueden aportar todos los meses del año.
Otra causa de la infame y cuestionable postergación, la encontramos en la orilla del empleador, en las corruptas empresas constructoras y “profesionales” sin moral, ni ética de la Ingeniería, desde siempre, pagando corruptoras coimas, engullen millonarios sobrecostos en el cálculo del valor total de las partidas y presupuestos de los proyectos y obras asumidas, que son inducidas en su ejecución a la parálisis o el abandono de las mismas, justamente por el aniquilamiento de los fondos públicos pre-establecidos.
Es más, el mal espíritu de este tipo de “empresarios” falsos, luego, reclaman y publican que son los trabajadores los que generan los sobrecostos de sus fachadas de “empresas”.
Es momento de dejar constancia para recordar con verguenza, y de rechazar moralmente, como en las décadas de los años 70 y 80 se asaltó impunemente desde lo público-privado, a los pobladores de los nacientes “Pueblos Jóvenes” con la ejecución y repartija de la infraestructura básica, como son proyectos de agua potable, desague, electrificación, pistas y veredas y otros medios elementales de la vida, dentro de un entorno de migración interna sin precedentes, del mundo rural hacia las principales ciudades de la costa, en la búsqueda de acceder a niveles de sobrevivencia posibles, desenraizándose de sus culturas, seres queridos, su visión y el vínculo natural con su tierra.
Es más, en el terreno de la bio-seguridad humana, el trabajador de la Construcción Civil no es motivo de preocupación social, no obstante ser proclive a padecer de la vejez prematura, por lo que no es re-enganchable, y le es negada la posibilidad de su contratación posterior por las constructoras en razón a asumir enfermedades musculo-esqueléticas. Mientras los falsos políticos del fujimorismo, insisten en su guerra abogadil, los trabajadores del sector no son reparados en tamaña ofensa a los derechos humanos, fundamentales y laborales.
Por ello, sobre la base de dicha eventualidad y vejez prematura, fue que en 1982 se aprobó la ley de jubilación con los requisitos de 15 años de aportes y 55 años de edad para los obreros del sector, pero se anuló otra vez por el fujimorismo, con la reforma pensionaria de 1992.
Qué lástima, que “no se entienda” que cada vez, las personas vivamos más tiempo de edad, y que así, en este sector y en otros, no constituyen garantía de ahorro para la etapa de la vejez. Y no sólo es problema financiero-legal, sino profundamente descalificador bajo el orden administrativo y ético.
Esa situación de postergación perenne de nulidad, condiciona que los trabajadores de la Construcción Civil no inicien el trámite pensionario, a que tienen legítimo y legal derecho como trabajadores, porque saben que serán finalmente rechazados.
Es de tal magnitud la injusticia en el caso planteado, que al nivel jerárquico de un peón con 10 años de servicios prestados, alcanza a efectuar un aporte mayor al doble del que realiza un trabajador con sueldo mínimo durante 20 años. Ahora, en el nivel de la categoría de oficiales y de operarios, sus contribuciones comparativas son mucho más significativas.
III. RECOMENDACIÓN:
Al secretario general de la Federación de Trabajadores en Construcción Civil del Perú (FTCCP), compañero Luis Villanueva Carbajal, para mantener la activación y lucha, en cuanto:
Los trabajadores del sector construcción demandan que la Comisión de Economía del Congreso de la República, emita un dictamen favorable en los proyectos de ley presentados por la Comisión de Trabajo y Seguridad Social, que restablecerían su derecho de jubilación con 15 años de aportes y 55 años de edad; y confían pueda tramitarse al pleno del Congreso para su aprobación en definitiva.
¡VIVA LA SOLIDARIDAD CON LA LUCHA DEL GREMIO DE LA CONSTRUCCIÓN CIVIL!.
Muchas gracias.
Por: Alberto Quedas (junio de 2021).