Pedro Castillo ganó en 431 distritos del sur con pobreza y carencia de servicios
En la comunidad campesina de Pacco Cusullaca, provincia de Ilave (Puno), sus 550 familias no tienen servicios básicos. Hacen sus necesidades en silos y toman agua de un pozo. La mayoría de niños sufre de diarreas y desnutrición.
Ellos viven de la agricultura y ganadería. La posta más cercana se ubica a 20 minutos de viaje. “Si nadie te ayuda acá te mueres”, dice con desazón la agricultora Teófila Chata.
En esta comunidad, ubicada a casi 4,000 metros de altura, el candidato Pedro Castillo de Perú Libre cosechó el 55% de los votos. El apoyo masivo de Pacco Cusullaca al lápiz se repitió en otras jurisdicciones. Según la ONPE, Castillo fue el más votado en 431 de los 463 distritos sureños.
En Apurímac alcanzó el 53% de votos. En Puno, el 47%, mientras que en Arequipa, Cusco, Tacna y Moquegua en promedio 30%.
Pobreza y Castillo
Un informe del Instituto Peruano de Economía (IPE) evidencia que esos distritos hace una década estaban peor. Pero aun carecen de servicios que sí los tienen lugares donde apoyaron a otros postulantes.
De acuerdo a IPE, la tasa de pobreza en los distritos donde ganó Perú Libre se redujo en más de la mitad entre el 2007 y 2018. Disminuyó de 52% a 23%. No obstante, dicha tasa es 10% más alta en comparación a las localidades en las que ganó algún otro candidato.
Los distritos de Apurímac registran una pobreza de 37%, veinte puntos porcentuales más que en el resto de distritos de la región sureña.
El documento de IPE, evidencia que los distritos que votaron por Castillo se caracterizan por tener, en promedio, menor acceso a servicios básicos. Por ejemplo, el 54% de hogares en los distritos puneños carecen de red pública de agua.
Pero en Puno, Perú Libre también fue ganador en algunos distritos de ingresos relativamente altos como Corani y Corasa en la provincia de Carabaya (Puno), y Pampachiri y Huancaray en la provincia de Andahuaylas (Apurímac). En particular, Perú Libre triunfó en 9 de los 10 distritos menos pobres del sur del país.
El sociólogo Alipio Montes Urday explica estos resultados. “A más tasa de pobreza, mayor aceptación a Castillo”, comenta.
El especialista señala que el voto al lápiz es un rechazo al modelo vigente que no ha resuelto las desigualdades y con un Estado ausente. “Es cierto que hay menor pobreza en los últimos 20 años, pero la brecha de desigualdad es más profunda”, remarca.
La explicación de esta realidad, también se percibe en Arequipa. Castillo ganó en 7 de las ocho provincias. En Caylloma, obtuvo 60,7%, en Condesuyos 51% y la Unión 42%. Estas tres jurisdicciones están caracterizadas por bolsones de pobreza y deficiencia en servicios básicos y conectividad.
Empero, Perú Libre, también ganó en la provincia capital (29%) y Camaná (31%) e Islay (42%), zonas donde la clase media ha crecido y hay sectores acomodados.
Montes Urday, explica que hay jurisdicciones que han surgido al calor del actual modelo económico, pero que no están conformes. “Si los pobres han mejorado en 1, los ricos probablemente lo hicieron tres veces más (…) Un país con profundas desigualdades no es viable”, remarca.
La regionalización
IPE pone sobre la palestra otro detalle que sería la causa de la pobreza. Según cifras del MEF, “en los últimos diez años, alrededor del 30% de los recursos destinados a inversión pública en el sur no fueron ejecutados (…) Ello evidencia una falta de capacidad de los gobiernos subnacionales para cumplir con sus funciones de manera efectiva”, resalta el informe.
En el 2020, se ha percibido una mejora en todos los gobiernos regionales del Sur, a excepción de Arequipa, que ejecutaron entre el 92% y 96% de su presupuesto.
Montes Urday recuerda que hay una correlación lógica de la falta de institucionalidad y la pobreza. “En las zonas más deprimidas, comúnmente se tiene profesionales menos eficientes”, detalle.
Recentralización
La ex gobernadora regional Yamila Osorio, opina en la misma línea que Montes. Advirtió que el 2019 se dejó de ejecutar más de S/17 mil millones en el país debido a la falta de personal especializado. Además de un sistema engorroso que no ayuda a ser rápidos.
El docente Juan Fernando Mendoza Banda, recuerda además que no hay una verdadera descentralización. “El poder está concentrado en Lima, los gobiernos regionales y locales, son subgobiernos (…) tenemos la ley de bases de la descentralización y en ningún lado nos habla de la descentralización del poder”, refiere. Advirtió que ahora se genera un proceso de recentralización. Como ejemplo, indicó que las diferencias entre Lima y Huancavelica tiene el mismo nivel de las que hay entre Estados Unidos y Haití.
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