Crítica y debate del 5 de abril: 30 años después
El 5 de abril de 1990, Alberto Fujimori en el Gobierno, anunció mediante un inesperado mensaje nocturno, la disolución del Congreso de la República, que previamente se encargó de “marketear” como un insumo desechable, y en este discurso lo sentenció finalmente, cuidando calculadamente, de no caer en el extremo anti-político.
Es decir, Fujimori se había mostrado como buen “back central” mentiroso, en el dominio de su pelota del juego aéreo y capaz de interceptar los pases enemigos. Por lo menos, el futbol unifica y logra pasiones positivas; pues que se conozca, el dictadorsillo ya había desechado el proyecto de Ideología Política, que se le propusiera oportunamente para el Movimiento Político “Cambio 90” y lograr una Cultura Organizacional unitaria y moral. Pero así lo tenía programado, con cabeza calculadora, como lo fue desde las aulas docentes de la UNALM.
Sin embargo, la cruel dictadura de Alberto Fujimori, iniciada ese 5 de abril en mención, en contubernio de poder con las “Fuerzas Armadas” (general Nicolás de Bari Hermoza Ríos y otros), la nueva tecnocracia liberal (Vladimiro Montesinos, Carlos Boloña y otros) y los grupos empresariales beneficiarios por la aplicación de las reformas neoliberales (Transnacionales y grandes empresas internas), sucedió a sólo dos (2) semanas de iniciado el gobierno fujimorista.
Siguiendo la línea del lúcido investigador científico social, Ramón Pajuelo, se puede señalar que:
1. Fue un hecho que abre paso y genera nuevas condiciones y transformaciones, marcando nuestra historia contemporánea, al imponer en el país una dictadura que prolongada en la década final del siglo XX, permitió afincar un régimen neoliberal autoritario.
2. El fujimorismo gubernamental, por sí solo, fue incapaz de impulsar un proceso de transformación estructural, como su “fujishock” de precios, el 6 de agosto de 1990.
3. Incluso, Fujimori fue electo con un programa de gobierno conservador distinto al neoliberalismo a ultranza que ejecutó en definitiva. El mismo, que se vertebró con un plan militar/empresarial dirigido a instaurar un régimen de “mano dura” frente a la aguda crisis del país (por la crisis económica y la subversión).
4. El fujishock neoliberal de Fujimori es uno de los shocks económicos más extremos ocurridos mundialmente, que posibilitó:
- La liquidación del Congreso de la República, ante el enfrentamiento permanente entre el Ejecutivo y el Legislativo.
- La elección de un “Congreso Constituyente Democrático” – CCD (De Martha Chávez y demás acólitos) a medida de las necesidades del autoritarismo fujimorista,
- La aprobación de la vigente Constitución Política de 1993, mediante un referéndum de dudosa transparencia (Hasta el sistema computacional de la ONPE fue amañado), y
- El imperio de un “gobierno dictatorial” considerado el más mafioso y corrupto de la historia peruana republicana (Ver libro “Historia de la corrupción” por el historiador Alfonso Quiroz).
- El golpe del 5 de abril manipuló a su favor los votos de la derrota de Sendero Luminoso y el control a la hiperinflación brindaron el paraguas que permitió implementar el nuevo modelo de acumulación y desarrollo neoliberal extremo que rige desde entonces en el país.
- El colapso de la subversión permitió legitimar al gobierno autoritario derivado del golpe, lo cual fue permisible en una ciudadanía hastiada de tanto dolor social y económico, a pesar de ser una reforma extrema que multiplicó el número de pobres y pobres extremos en el país, con tal de recibir una sensación de orden y efectividad de gobierno.
Solo después, por la presión internacional, esta dictadura se vio obligada a convocar a elecciones legislativas, lo que también usufructuó a su favor, mediante una presentación de reconstrucción democrática. Fue así, el papel del Congreso Constituyente Democrático-CCD, que se convirtió en una herramienta manipulable de la maquinaria autoritaria fujimorista, que tanto costo social había significado recuperarla con el glorioso Paro Popular y Gremial de los Trabajadores del 19 de julio de 1977, y que se concretara recién el año de 1980 de las manos de Morales Bermúdez Cerruti, dictador militar.
Estas enseñanzas de nuestra Historia Patria, permiten visualizar aprendizajes del noble respaldo popular ante regímenes “liberadores”, a pesar de su entraña fraudulenta y descomposición interna, como lo demostró el tiempo probatorio con la dictadura fujimorista, que hasta llegó a evidenciar la indigna renuncia de Fujimori, que salió del país con permiso a evento internacional y se utilizó para fugar y terminar su poder dictatorial, con un fax remitido desde Japón.
Es bueno reflexionar finalmente, que en nuestra sociedad seguimos viviendo el modelo neoliberal fujimorista, impuesto con el golpe del 5 de abril, que con sus resultados obtenidos revela una precaria democracia, distante a una realidad concreta de prosperidad, bienestar e igualdad.
Por la verdad real y material, no imitemos a aquellos “periodistas” anti-éticos, que hoy recién se acuerdan que los peruanos necesitan vivir del pan día a día, sino no se alimentan; o que no podrán atenderse con sus citas de salud. El fenómeno del Perú informal, recrudeció desde los años de 1970. Tampoco, debe olvidarse a los requisitoriados por la Ley, que estuvieron azuzando en la sombra, el caos, saqueos, robos, bloqueos, muertes, incendiarios, etc. Pienso personalmente, que estas conductas no son casualidad, ni gratuitas. Aportemos soluciones, todas son útiles y necesarias.
Muchas gracias por su esperada lectura.
Por: Alberto Quedas (Abril,2022).